Trabajar los domingos

En un primer momento (cuando trabajaban a limosna por ejemplo) no era necesario pedir permiso al cura para trabajar los domingos, aunque posteriormente si lo fue. Este permiso solía concederse a quien entre semana trabajaba a jornal pero tenía un precio: el cura cobraba por ello dos duros.

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secuencias de Tomás Machín Extremado