La matanza del cerdo

La víspera el animal era llevado al matadero, regresando al día siguiente con una bañera para coger el menudo y con una perola para la sangre. Había mujeres que se dedicaban a hacer el mondongo, yendo a su casa una llamada Felisa a la que pagaban con partes del propio animal. Era costumbre llevar presentes a familiares y vecinos y, aunque no era su caso, había también quien incluía a los curas.

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secuencias de Saturnino Sanz Sabalza