11 Casas y apodos

Las calles de Sangüesa eran de barro, tierra y piedras. Se veían pocos coches particulares, bicicletas sí, y también carros con caballerías. Había casas con muchos hijos. Las casas tenían apodos, la suya se llamaba el Morico porque al trabajar se ponían muy negros del carbón. A los de Sos los llamaban sopicones, y a los de Sangüesa calduchos.

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secuencias de Juana Mari Juanto Manrique