83 Mujeres estraperlistas

Recuerda a una sangüesina residente en San Sebastián que regresaba a Sangüesa en tren para vender productos como azúcar o tabaco. Después se llevaba embutidos y legumbres. Otra estraperlista, que en este caso hacía viajes a Pamplona, protagonizó una anécdota con el guardia que revisaba su cesta, ya que sabiendo que lo iba a hacer la llenó de cuernos del matadero.

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secuencias de Mª Pilar Larrañeta Ventura