Las comidas del día

Después de la guerra faltaba comida. Luego ya desayunaban café con leche y el pan. Para almorzar, después de haber matado el cerdo panceta, txistorra y pan y la bota de vino, que no podía faltar. Para comer la madre les ponía alubias con berza, que tenían en pastoriza. Se mezclaba con tocino. Comían pan untado en el sebo de la panceta. No había postre. Para merendar comían pimiento en vinagre. Para cenar patatas con tocino o alguna sardina o anchoas. “Merluza para la gentuza” solían decir.

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secuencias de Moisés Sola Machín