77 Bautizo

Después del nacimiento se bautizaba al niño inmediatamente porque había el peligro de que muriese. Al bautizo solo acudían la madrina, en alguna ocasión el padrino, la cuñada y la amiga. La madre no iba porque estaba “manchada” y tenía que esperar a que le “limpiase” la iglesia para poder ir. A los veinte o treinta días de nacimiento del niño el párroco autorizaba a la madre para que fuera a la iglesia. En una ceremonia muy corta y privada se “limpiaba” a la madre encendiendo una vela y leyendo unas oraciones. Este ritual se quitó antes del concilio porque no era nada práctico.

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secuencias de Luis María Vital Sevillano