Funerales

El cura iba a casa del difunto portando una cruz y acompañado de dos monaguillos. De ahí iban todos juntos a la iglesia, quedándose el difunto sobre una mesa en el atrio. El funeral podía ser de primera, de segunda o de tercera, en función de lo que se pagara. Esto determinaba cuanto duraba la misa, cuanto se cantaba y el número de curas asistentes. El entrevistado entona una canción que hace referencia a esta desigualdad.

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secuencias de Jesús Bandrés Baigorri