93 Heridas

Siempre tenían las rodillas, los codos y las manos con muchas heridas, destrozadas y con escocidas. Les bañaban en un fregadero todos los sábados para limpiar bien las heridas y les curaban con una mezcla de glicerina con yodo. No recuerda haber visto a las chicas encima del fregadero limpiándose.

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secuencias de Juan Pedro Aramendía García